Sistemas de conducción y poda en la producción de tomates orgánicos

eOrganic author:

Bonnie Cox, Oregon Tilth

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Elección de un sistema de conducción

Los sistemas de cultivo con soportes son particularmente importantes en la producción orgánica de tomates para reducir las enfermedades y la descomposición de las frutas, ya sea en túneles altos o en la producción en el campo. A pesar de los costos de mano de obra y material asociados a la conducción de tomates, los beneficios de una mayor circulación de aire y un menor contacto con el suelo son importantes. La conducción y la poda de tomates orgánicos, que mejora la circulación de aire en toda la planta, es especialmente importante en climas húmedos en los que los tomates son muy propensos a las enfermedades. Una estrategia de manejo, como el cultivo con soportes, que reduce los problemas de enfermedades, es aún más importante en la producción orgánica de tomates debido a la disponibilidad limitada de productos de control orgánico eficaces una vez que aparece el problema (Diver y otros, 1999).

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Jaulas de alambre para tomates “Sungold”, una variedad no determinada de larga temporada apreciada por clientes jóvenes y mayores por su asombroso dulzor y sabor. Créditos de la foto: Debbie Roos, Extensión Cooperativa de Carolina del Norte.

Existen varios sistemas diferentes de conducción de tomates y, a la hora de elegir cuál usar, el productor debe decidir si proveerá soporte a las plantas de tomate (con postes, espalderas o jaulas) y si usará una cobertura para la superficie (de plástico u orgánica). Estas son decisiones que se deben considerar antes de plantar, ya que los sistemas de conducción y de cobertura elegidos afectarán el espacio entre las plantas y el diseño del campo. El cultivo de tomates con estacas mejora la calidad de la fruta manteniéndola lejos del suelo y aumentando el flujo de aire en toda la planta. Un sistema de conducción estructurado también puede hacer que los tomates sean más fáciles de cosechar. Sin embargo, los sistemas de estacas exigen una inversión en material y mano de obra, por lo que se deben evaluar los beneficios de los gastos. Las plantas de tomate que se cultivan sin soportes necesitan menos manejo activo durante toda la temporada, pero pueden ser más propensas a las malezas y a las enfermedades, sobre todo si se cultivan en suelo desnudo. Las variedades determinadas a veces se cultivan satisfactoriamente sin soportes, pero con una cobertura.

Cultivo con soportes

Los sistemas de cultivo con soportes dan una estructura física sobre la que crecen las plantas de tomate. Los sistemas de tutorado suelen instalarse 2 o 3 semanas después del trasplante o cuando las plantas tienen una altura de entre 12 y 15 pulgadas (30,5-38 centímetros). Al mismo tiempo, las plantas suelen podarse para reducir el crecimiento vegetativo y para fomentar la producción intensiva de frutos (consúltese “Poda”).

Los tres sistemas de conducción con soportes más frecuentes para tomates cultivados en el campo son postes y tejidos, espalderas y jaulas. Con cualquiera de estos sistemas, se debe usar material para el soporte estructural que esté aprobado para su uso en la agricultura orgánica. En el reglamento final del Programa Orgánico Nacional (NOP, por sus siglas en inglés), se establece que “el productor no debe usar madera tratada con arseniato ni ningún otro material prohibido para instalaciones nuevas o reemplazos que esté en contacto con el suelo o el ganado” (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos [USDA, por sus siglas en inglés], 2000). Esta restricción se aplica al uso de postes, tutores o estacas para plantas, espalderas y marcos de siembra de almácigos en la producción frutal y hortícola (Gegner, 2002).

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Esquema del sistema de espaldera con postes y tejidos para tomates. Créditos de la imagen: Lewis Jett, Universidad de Virginia Occidental

Postes o estacas y tejidos

En este sistema de conducción, se colocan postes o estacas de madera o metal entre cada planta de tomate. Se ponen líneas de hilo entre los postes a ambos lados de las plantas para proveer soporte. Las variedades no determinadas necesitan postes más largos (de 5 a 6 pies —unos dos metros) que las variedades determinadas (de 3 a 4 pies —1 metro), aunque el hábito de crecimiento de su variedad específica ayudará a determinar la longitud del poste. Los postes de madera deben tener al menos 1 pulgada cuadrada (6,4 cm2) para proveer soporte sólido durante toda la temporada. Los postes de metal pueden tener un diámetro menor y tienen la ventaja de que se pueden reutilizar de una temporada a la otra. Los trozos de varillas de refuerzo de hormigón son excelentes para usarlos como postes. El hilo debe ser resistente al clima y al estiramiento y tener suficiente “agarre” para envolver firmemente los postes.

Los postes o estacas se deben enterrar a 8 a 12 pulgadas (unos 20-30 centímetros) de profundidad entre cada planta, y se debe dejar aproximadamente 4 pulgadas (unos 10 centímetros) de espacio entre el poste y el tallo de la planta principal. Se debe poner la primera línea a 8 a 10 pulgadas (unos 20-25 centímetros) del suelo, atar el hilo a uno de los postes de los extremos y enrollar el hilo alrededor de cada poste hasta completar la hilera. Cuando se enrolle el hilo en el último poste, se debe completar el encordado en el otro extremo de la hilera de plantas. La siguiente fila de hilo se debe poner a 6 a 8 pulgadas (unos 15-20 centímetros) por encima de la primera hilera antes de que las plantas se empiecen a caer. La mayoría de las variedades determinadas puede sostenerse con 3 a 5 líneas. 

Una variación de este sistema llamado “tejido Florida” establece la primera línea tejiendo de un lado a otro de la hilera de plantas y alternando alrededor de cada poste. La primera línea se une del primer poste al siguiente, envuelve ese poste y cruza la hilera para llegar al siguiente poste en el otro extremo de la hilera de plantas y así crear un patrón en forma de 8 a lo largo de la hilera, y regresa en forma de 8 a la inversa. A veces, solo la primera línea se teje de esta manera y las líneas posteriores corren rectas a cada lado de la hilera de plantas.

Espalderas o enrejados

Las espalderas o enrejados se usan para conducir tomates no determinados. El sistema consiste en un alambre de calibre grueso colocado horizontalmente a lo largo de la parte superior de postes de soporte robustos (de 3 a 6 pulgadas, unos 7-15 centímetros) ampliamente espaciados. Se dejan caer trozos de hilo desde este alambre superior y se atan a la base de cada planta de tomate (o al alambre inferior, si se usa). Las plantas se conducen dividiéndolas en dos tallos principales y cada tallo se enrolla alrededor de un trozo de hilo a medida que la planta crece. Los postes de apoyo deben estar a 5 o 6 pies (unos 2 metros) del suelo y estar espaciados de 12 a 20 pies (3,65-6 metros) a lo largo de la fila. El fruto de las plantas con espaldera es más propenso a las quemaduras del sol porque tienen una copa reducida y, por ende, una mayor exposición solar. Las plantas pueden producir menos frutos, pero estos son más grandes y maduran antes que las plantas con otros tipos de conducción.

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Sistema de espaldera o enrejado para tomates. Créditos de la imagen: Lewis Jett, Universidad de Virginia Occidental

Jaulas

El enjaulado es un sistema de soportes que exige menos trabajo que las estacas o la espaldera (enrejado), pero da beneficios similares de protección de las plantas contra el contacto con el suelo. Las jaulas se pueden hacer con secciones de malla de alambre de 6 pulgadas (unos 15 centímetros). Se puede doblar una malla de 5 pies (1,5 metros) de largo en una jaula cilíndrica con un diámetro de 18 pulgadas (unos 45 centímetros). La jaula se puede sostener con un poste o, si se cortan los alambres transversales inferiores, se puede presionar en el suelo con sus “patas” de alambre. Para variedades no determinadas, las jaulas deben tener 5 pies (1,5 metros) de altura. Se pueden cultivar variedades determinadas con jaulas más pequeñas. Las plantas en jaulas se podan poco o no se podan en absoluto. Las ramas en crecimiento deben levantarse o girarse para que el alambre las sostenga. Los tomates se pueden cosechar con facilidad en la malla de 6 pulgadas (unos 15 centímetros). Es posible que las plantas en jaulas no produzcan tomates maduros de forma tan anticipada como las plantas con estacas o con espaldera, pero producen más tomates porque tienen menos probabilidades de sufrir grietas o quemaduras de sol. 

Otras opciones

De manera creativa, algunos productores usan otro material para la conducción de tomates. Se pueden poner secciones de malla de alambre abierta (alambre para cerdos) a 8 a 10 pulgadas (unos 20-25 centímetros) del suelo para formar un soporte parecido a una mesa para las plantas. La malla debe cortarse de 2 a 3 pies (0,60-1 metro) de ancho y ponerse a lo largo de la fila, paralela al suelo y sobre los apoyos en forma de “H”. Este tipo de soporte se pone cuando las plantas aún son pequeñas. A medida que las plantas crecen, las ramas se extenderán sobre la malla de alambre en busca de apoyo.

Cultivo sin soportes

Algunos productores eligen cultivar tomates en el suelo sin soportes, un método simple que tiene muchos nombres diferentes: cultivo de expansión, sistema descendente, cultivo en la tierra. Este sistema se usa con mayor frecuencia con tomates de variedades determinadas, ya que su hábito de arbusto y el crecimiento limitado de las puntas necesitan menos apoyo. La principal ventaja del cultivo de expansión es que tiene un menor costo porque se ahorra material, mano de obra y tiempo al no instalar apoyos físicos ni conducir las plantas. Sin embargo, en comparación con los sistemas de apoyo, el cultivo de expansión da lugar a menores rendimientos, menor calidad de la fruta y mayor incidencia de enfermedades. La presión de las malezas también puede ser alta si se cultivan plantas sin apoyo en suelo desnudo. El hábito de la expansión dificulta quitar la maleza.

Cultivo de expansión con cobertura

El uso de coberturas —ya sean plásticas u orgánicas— en cultivos de expansión reduce los problemas de enfermedades minimizando el contacto del suelo con las hojas y los frutos. Además, las coberturas ayudan a conservar la humedad creando una barrera para evitar que el suelo se seque rápidamente. La barrera física también inhibe el crecimiento de malezas bloqueando la luz del sol. Las coberturas de plástico de color negro calientan el suelo, lo que mejora el crecimiento de las plantas al principio de la temporada. La cobertura de plástico suele usarse combinada con el riego por goteo. En las regiones en las que los cultivos dependen de las lluvias de verano, los productores que eligen no instalar un sistema de riego por goteo a veces hacen agujeros en el plástico para permitir la infiltración de la lluvia. No obstante, esto debilita el plástico y aumenta los problemas de rasgaduras y crecimiento de malezas. Las coberturas orgánicas, como la paja, enfrían el suelo y pueden ralentizar el crecimiento al principio de la temporada. Sin embargo, más adelante en la temporada, cuando las temperaturas son altas, la cobertura de enfriamiento puede beneficiar las plantas. Una ventaja de las coberturas orgánicas es su capacidad para descomponerse con el tiempo, lo que aporta materia orgánica al suelo y mejora su calidad.

Investigadores de la universidad estatal de Oklahoma examinaron la economía y el rendimiento de cuatro sistemas de conducción de tomates (Motes, 1987).
Sus descubrimientos se resumen a continuación (Diver y otros, 1999).

Comparación de los sistemas de conducción de las tomateras

Factor

Tierra (1)

Jaula (2)

Postes o estacas y tejidos (3)

Espalderas o enrejados (4)

Maduración temprana

3.º

4.º

2.º

El mejor

Tamaño de la fruta

4.º

3.º

2.º

El más grande

Rendimiento comercial

4.º

El más grande

2.º

3.º

Agrietamiento de la fruta

3.º

4.º

2.º

El peor

Descomposición de la fruta

El peor

2.º

2.º

2.º

Calidad de la fruta

El peor

2.º

2.º

2.º

Quemadura de sol de la fruta

El peor

4.º

3.º

2.º

Costo/acre

4.º

2.º

El más grande

3.º

Control de plagas

4.º

3.º

2.º

El mejor

(1) Tierra: sin sistema de soportes.
(2) Jaula: jaula de alambre de 2 pies de alto (unos 60 centímetros), de 14 pulgadas (35,5 centímetros) de diámetro hecha de malla n.º 10 con un espaciado de 6" x 6" (unos 15 x 15 centímetros).
(3) Poste (o estaca) y tejido: el poste se clava entre cada planta y el hilo se pone entre los postes y alrededor de ellos de 4 a 6 veces. Se eliminan todos los brotes, excepto el que está abajo del primer racimo de frutas. No se elimina ningún otro brote arriba del primer racimo.
(4) Espalderas o enrejados: los postes o estacas soportan el cable n.º 10. Los hilos se dejan caer del alambre y se atan a la base de la planta. Las plantas se entrelazan con el hilo. Se permite que se desarrollen el tallo principal y un brote y todos los demás brotes se cortan a medida que se desarrollan.

Poda

Hay pocas reglas estrictas y rápidas en la poda de tomates y muchas opiniones diferentes. Una buena poda logra el equilibrio óptimo entre el crecimiento vegetativo y la producción de frutos. La poda afectará el rendimiento de la planta y el tamaño y la calidad de la fruta, por lo que es importante lograr el equilibrio adecuado entre reducir el follaje vigoroso y dejar la planta pelada. Una buena poda ayuda a aumentar el tamaño de la fruta y a mejorar la maduración temprana.  No obstante, una poda demasiado intensa puede reducir el rendimiento y aumentar los problemas de quemaduras de sol, pudrición apical y cara de gato*.

Para determinar cómo podar un cultivo de tomate, se debe considerar el hábito de crecimiento (determinado o no determinado) de las plantas. Los tomates de variedades no determinadas se podan con mayor intensidad que los de las variedades determinadas, pero incluso estos últimos a veces necesitan cierto nivel de poda. Luego, se deben considerar las características especiales de la variedad específica, incluyendo las recomendaciones del proveedor de semillas. La cantidad de poda necesaria puede variar según la variedad. 

Por lo general, la poda se inicia cuando se ponen estacas o se les agrega un soporte por primera vez, a veces antes de ensartarlas para evitar la interferencia con las líneas. Las tomateras se podan quitando selectivamente los brotes, es decir, los que crecen entre el tallo principal y una hoja. Los brotes deben romperse cuando aún son pequeños, entre 2 y 4 pulgadas de largo. Las plantas se deben podar únicamente cuando las hojas están secas para reducir la propagación de enfermedades. 

Por lo general, las plantas del sistema de espaldera o con enrejados se conducen dividiéndolas en dos tallos: el tallo principal y el tallo que se desarrolla a partir del brote que está justo debajo del primer glomérulo floral. Los brotes que están debajo de este deben quitarse. Los dos tallos restantes deben enroscarse alrededor del soporte de hilo vertical a medida que la planta crece. Si crecen plantas muy vigorosas por arriba de la parte superior del sistema de postes o estacas, es posible que deba despuntarlas.

Fig4

Diagrama de cómo quitar brotes. Créditos de la imagen: John McQueen, universidad estatal de Oregón, adaptado de Kemble y otros 2000.

 

" La cara de gato, o catfacing, se refiere a un tipo de daño fisiológico que afecta a los tomates y está representado por cicatrices y cavidades cerca del extremo de la flor. Es el desarrollo anormal del tejido vegetal que afecta al ovario o al órgano sexual femenino (pistilato), lo que resulta en la flor, seguido por el desarrollo de la fruta para convertirse en malformado. Se llama "cara de gato" porque el agrietamiento anormal y el hoyuelo en tomates, melocotones, manzanas e incluso uvas, se parece un poco a la cara de un gato pequeño. Fuente: Wikipedia (Nota de la traductora).

Bibliografia

  • Diver, S., G. Kuepper, and H. Born. 1999. Organic tomato production [Online].  National Center for Appropriate Technology (ATTRA) Publication #CT073/149.  Available at: https://attra.ncat.org/attra-pub-summaries/?pub=33 (verified 2 Oct 2019).
  • Gegner, L.E. 2002. Organic alternatives to treated lumber. #CT170. 2002. National Center for Appropriate Technology (ATTRA).
  • Motes, James E. 1987. Tomato production cost comparisons. p. 7-10. Proceedings of the 6th Annual Oklahoma Horticultural Industries Show. Feb 17-18. Tulsa, OK.
  • United States Department of Agriculture. National organic program: Final rule. Codified at 7 C.F.R., part 205.206(f). Available online at: http://www.ecfr.gov/cgi-bin/text-idx?SID=a6a0935ddf00e166695f4c2138bd58d8&mc=true&node=pt7.3.205&rgn=div5 (verified 3 March 2010).

Recursos adicionales

Published January 10, 2022

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